Cuando la confianza de los clientes es un lujo
El pasado 25 de abril, el diario Heraldo de Aragón publicaba en su Especial Construcción una reseña a nuestra empresa.
Reproducimos a continuacion la noticia:
Que Seventy Eight es una empresa 100% aragonesa es lo primero que señala su director general, Ramón Pomar, cuando se le pregunta por la trayectoria de la compañía. Mientras refiere aquellos difíciles comienzos en 2010, en plena crisis económica, junto a su socio, José Manuel Terrén, reconoce que justo están trabajando en el proyecto de la nueva tienda de Emporio Armani en Barcelona, lo que ilustra a la perfección la evolución que ha experimentado la empresa en este tiempo.
Son varios los encargos que tiene entre manos actualmente. El sector del lujo no ha sido especialmente sensible a las consecuencias de la pandemia, ámbito en el que la constructora Seventy Eight está especializado. No así el resto de divisiones de la compañía –dedicadas al ‘retail’, el mercado de oficinas, los hoteles y la restauración–, que sí se han visto afectadas, sobre todo estas dos últimas, y que aún no han conseguido repuntar, tal y como explica Pomar.
Esto no les impide marcarse el objetivo de los 20 millones de facturación para este año ni seguir poniendo la vista en el crecimiento de la compañía para la próxima década. De esta ilusionadora etapa dan fe las nuevas y punteras instalaciones de la empresa en el polígono de Malpica, que simbolizan su apuesta por la excelencia.
CUESTIÓN DE VALOR «Nos gusta aportar lo que llamamos ‘ingeniería de valor’, que se basa en alcanzar la máxima calidad, con el mayor ahorro de costes y en un tiempo de ejecución mínimo», asegura su director general cuando se le pregunta por la clave del éxito de Seventy Eight. Y añade que eso es posible gracias al equipo, «muy potente a nivel técnico». Así, deben estar a la altura de los proyectos que reciben, prescritos por estudios de arquitectura de prestigio y que buscan la diferenciación: «Nosotros aportamos lo que creemos que va a mejorar la calidad y los plazos de ejecución, sin alterar la estética», apunta Pomar, que explica que invierten una media de diez a doce semanas en construir uno de estos prototipos.
Son 50 personas las que integran la compañía, que también cuenta con una filial en París, lo que facilitó el contacto con firmas multinacionales que, hoy por hoy, siguen representando el 90% de su clientela y poniendo a Zaragoza en el mapa gracias al trabajo de Seventy Eight.
A pesar de su actividad internacional, la mayoría de los trabajos los realizan en España. Basta dar un paseo por el centro de Zaragoza para identificar algunos de ellos: la última tienda Rituals del paseo de la Independencia o los locales de Rodilla y Starbucks del Coso, entre multitud de establecimientos